Stanley Ipkiss es un empleado de la banca aficionado a los dibujos animados con una vida sin pretensiones ni ambiciones, con deseos ocultos sin desarrollar y su perro Milo como único amigo verdadero.Una noche, después de ser expulsado de un famoso club nocturno, encuentra una extraña máscara que le transformará su vida completamente, no sólo hará realidad sus sueños más profundos, sino que luchará contra la delincuencia en Ciudad Límite.

Esta es la sinopsis de la taquillera película La Máscara excelentemente protagonizada por Jim Carrey. A pesar de que esta película se estrenó en 1994 ha envejecido hasta nuestros días excelentemente. Los efectos digitales estaban todavía en pañales y aun así vimos en las pantallas cosas que nos llegaron a sorprender como la transformación del personaje en un lobo de dibujos animados que aúlla cuando ve a una chica guapa o unos ojos que salen de sus órbitas.

Personalmente, esta película me gustó mucho. Gracias al empeño de mi hermano pequeño pude verla tropecientas veces y cada frase la podría repetir sin problemas.

Durante toda la película, la Mascara se ha transformado en varios personajes dependiendo de las circunstancias, creo que el atuendo que más le caracteriza es el que llevaba tanto en la portada como en el baile con Tina Carlyle en el Coco Bongo.

Este traje merecía ser hecho de tela y el sombrero de fieltro.  En este caso decidí hacerle la cara, ya que sin ella, mejor no hacer la máscara, puesto que es el rasgo que más le identifica, de ahí el lema de la película: La Máscara, la otra cara del héroe. ¡Chisssspenate!