Peter Venkman. Los Cazafantasmas 1984
«¿A quién vas a llamar?… ¡A los Cazafantasmas!»
Este era el lema que Egon Spengler, Ray Stantz y Peter Venkman usaron para el anuncio televisivo de su particular empresa en Nueva York: Los Cazafantasmas.
En vista que la ciudad estaba sufriendo los estragos de sucesos extraños que nunca habían sucedido en la Gran Manzana, estos particulares científicos inventaron un sistema para atrapar y almacenar esos «seres ectoplásmáticos» que tenían la capacidad de «moquear» y aterrorizar a cualquier ser humano que entre en contacto con ellos. Estas expresiones las oímos por primera vez en la original película de 1984: Los Cazafantasmas, protagonizada por Bill Murray, Dan Aycroyd, Harodl Ramis y Ernie Hudson y dirigida por Ivan Reitman. La ciudad que nunca duerme ahora tenía más razones para no hacerlo.
Gracias a su ingenio conjunto, lograron limpiar la ciudad de esta amenaza, lo que incluía un muñequito tamaño Titanic del logo de los Marshmallows estadounidenses aquí conocidos simplemente como nubes o esponjitas.
Esta película nos trajo muchas imágenes, escenas y frases míticas que todo friki o «nerd» no olvidará. No sólo hablamos de dicho muñeco (que por cierto, nos recuerda al más conocido por los españoles, el muñeco de Michelín) representado en la penúltima imágen, sino también al siempre «amado» Slimer, que en Epaña conocemos como «Moquete» gracias también a la serie animada de los 90 surgida como consecuencia del éxito cosechado por las dos películas de los Cazafantasmas en 1984 y 1989.
Y cuando hablamos de escenas míticas, no podemos dejar de citar la primera escena de la primera película (sí, eso es, la de la biblioteca) donde pudimos ver por primera vez los aparatos detectores, los residuos ectoplásmicos, y una auténtica «aparición de torso completo» que los mandó callar a todos. Y cómo no olvidar la «moqueización» de Slimer a Venkman cuando lo atravesó después de un grito de auténtico terror del Psicólogo.
Es precisamente Peter Venkman, Bill Murray el que he representado en esta figura. Me parece el Cazafantasma más gamberro y sarcástico, capaz de sacar tajada a todo, de intentar ligar en momentos aterradores y de pronunciar esas frases que han quedado grabada a fuego en la historia del cine de comedia: «No tengo por qué aguantar su menosprecio, conozco a montones de personas que se mueren por menospreciarme», «Enseñémosle a esta perra prehistórica cómo se hacen las cosas en esta ciudad», «¿Donde van estas escaleras? Van hacia arriba» y, ya que hemos citado la escena de la biblioteca sólo a él se le ocurrió preguntar a un fastasma: «¿Estudias o trabajas?'»
No he querido que falte ningún detalle en cuanto al mono y su equipo antifantasmas. Y he intentado plasmar lo mejor posible su equipo de protones con todos sus cables, tubos y reactores nucleares. Espero que el resultado haya merecido la pena.
Mientras bajamos por la barra de emergencia, no olvidemos algo de vital importancia: Nunca crucemos los rayos.