Don Quijote. Serie dibujos animados española.
«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. (…) Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza»
¿Te suenan estas palabras? ¡Claro que sí!, ¿Y a quién no? Creo que para describir al ingenioso e hidalgo Don Quijote de la mancha, ¿Quién mejor que el propio Miguel de Cervantes con las palabras iniciales de esta joya de la literatura universal de principios del s. XVII?
Pero no voy a hablaros de la novela, sino de este ingenioso e hidalgo maniquí customizado que he hecho de su triste figura. Como verás, me he basado completamente en la versión de la serie de dibujos animados que vimos en los 80 en España dirigida por Cruz Delgado. Era una serie que me encantaba, me gustaban los diálogos, los fondos, la forma como se reproducía la España rural de la época y los líos en los que se metía el pobre de Alonso Quijano debido a su locura de tanto leer novelas de caballería.
Con las voces de Fernando Fernán Gómez como don Quijote y Antonio Ferrándiz (Chanquete) como Sancho Panza, los capítulos cobraban vida y llegabas a sentir casi lo mismo que Sancho cuando su señor se metía en líos. Si no fuera por la ínsula prometida….
No siempre es fácil plasmar un dibujo animado en una figura en 3D y tanto más si es artesanal 100% y además si es usando un maniquí de dibujo como lienzo.
Pero creo que lo he conseguido. Su atuendo consiste en la vieja armadura que encontró en su casa entre los trastos, pantalón rojo y botas de tela semejantes a un calcetín. Tampoco podía faltar su bacinilla o bacía de barbero a modo de sombrero señorial . Así lo contaba cervantes: «(…) venía el barbero y traía una bacía de azófar y quiso la suerte que al tiempo que venía comenzó a llover, y porque no se le manchase el sombrero, que debía de ser nuevo, se puso la bacía sobre la cabeza, y, como estaba limpia, desde media legua relumbraba…»
Tampoco podían faltarle accesorios como el escudo tal como lo llevaba en la serie, un escudo de metal usado con un símbolo grabado rojo y amarillo a modo de escudo de armas. Y por supuesto su lanza de justa que es tan típica que no podía faltarle. Este «sombrero» y la lanza son la viva imagen de la silueta de Don Quijote»
En la cara vemos sus características formas: Cara de media luna, con nariz aguileña pronunciada, ojos grandes y bigote abundante pelirrojo, así como su también pelirroja barbilla… todo un caballero.
En la base he decidido hacer otro de los símbolos de la marca Quijote: Un molino de viento, para recordar esa inolvidable escena de la novela y la serie de dibujos donde confunde a estos molinos tan propios del paisaje manchego con gigantes. Este molino es hecho artesanalmente desde cero y con aspas de tela, se sostiene en la base con un imán. El resto de la base recuerda a esos campos secos y pedregosos por los que el Quijote caminaba desfaciendo entuertos.
Como veis en las ultimas fotos, está montado sobre su fiel caballo Rocinante, el cual , como novedad he hecho también a partir de cero haciendo a este maniquí el primer trabajo ecuestre que he hecho hasta la fecha.
Pero para ver más fotos de Rocinante y mi reseña, te invito a que hagas click aquí.
«Cada uno es artífice de su propia ventura»
El Quijote