El Mandaloriano. Serie 2020
¿Crees que es posible que dos géneros tan diferentes como el western y las aventuras espaciales pueden fusionarse para hacer un producto de éxito? Pues aquí tenemos la respuesta.
Sobra decir que la saga Star Wars es la franquicia espacial y de ciencia ficción más popular del mundo. Hasta la fecha en la que estoy escribiendo esta reseña, se han realizado 9 películas troncales (episodios I-IX) y 2 complementarias o spin off (Rogue One y Han Solo) y se están preparando más películas y anunciado oficialmente muchas series de la misma saga. Entre todas estas obras hay muchas opiniones encontradas dentro del extenso fandome de Star Wars, unos trabajos gustan más que otros. Pero en lo que prácticamente todos los «warsies» estamos de acuerdo es que esta serie estrenada en marzo de 2020 en España nos ha encantado. Muchos estamos de acuerdo en el por qué: Se ha recuperado la esencia de los primeros Star Wars (que llamábamos La Guerra de las Galaxias), su estilo, su forma de contar historias, su ambientación y sus aventuras.
La sinopsis es muy sencilla y está basada y ambientada en el universo creado por George Lucas. Cronológicamente se desarrolla después del episodio VI El Retorno del Jedi, concretamente 5 años después tras la caída del Imperio pero antes de la formación de la Primera Orden. La serie nos cuenta las aventuras de Mando, un mandaloriano de pura cepa que tiene como misión proteger a Grogu, un casi bebé de la misma especie que el maestro Yoda al que ha de entregar a un Yedi. La narración nos recuerda mucho al género Western, ya que el protagonista se ha de mover por varias localizaciones, cumpliendo misiones para dar el siguiente paso como si de una aventura gráfica se tratase. Para ello, irá conociendo gente, completando su armadura y usando armas diferentes.
El responsable de esta maravilla de serie es Jon Favreau (exacto, el Happy de Marvel) que ha sido capaz de embelesarnos a todos con el universo Star Wars. Para ello contó con un hasta ahora desconocido Pedro Pascal en el papel protagonista el cual enseña el rostro muy contadas veces durante la serie ya que uno de los rasgos principales del credo mandaloriano es no quitarse nunca el casco ante nadie. Casco que, por cierto es casi idéntico al de Boba Fett, lógicamente por ser del mismo credo. Como secundarios tenemos a Gina Carano como Cara Dune, una mujer de armas tomar y exsoldado rebelde ahora actuando como mercenaria y gran compañera de Mando. Sin olvidar a Giancarlo Espósito que nos hace de el gran villano de la serie (hasta la fecha emitidas 2 temporadas) Moff Gideón, un exoficial de la Oficina de Seguridad Imperial, de la policía secreta del Imperio, cuya vida cambió después de que los rebeldes destruyeron la segunda Estrella de la muerte. También se pasarán por la serie personajes clásicos de la saga que no habíamos visto hasta ahora en imagen real… y hasta ahí puedo leer.
Pero sin duda, uno de los mayores atractivos de la serie es Grogu, el mal llamado «baby Yoda» por ser de la misma especie que dicho maestro Yedi. Hasta bien entrada la segunda temporada no conocíamos su nombre, simplemente se le llamaba «el niño». Grogu ha sido un éxito arrollador, es ya uno de los personajes más queridos de toda la cultura friki popular. Sus productos se han disparado en ventas y es ya conocido hasta incluso por lo que no son fans de Star Wars. Este bebé derrama ternura por los cuatro costados y además es poseedor de un poder potencialmente extraordinario, ya que vemos cómo empieza a tener poderes y habilidades mentales que sólo un verdadero Yedi es capaz de desarrollar.
Debido a, por un lado el éxito de esta serie y por otro, lo mucho que me ha gustado personalmente, me he animado a «maniqueizar» a Mando y sumar un gran activo entre mis filas de pinochos. Tengo que reconocer que no ha sido nada fácil hacerlo por la cantidad de detalles que contiene y, si ya has visto más de mis trabajos y leído otras reseñas en esta web, sabrás la importancia que le doy a dichos detalles así como a intentar reflejar los colores exactos de cada personaje que represento. En este caso también he querido cambiar la base, hacerla diferente y representar en ella los paisajes que vemos en la serie, paisajes desérticos, llenos de roca y por supuesto, su correspondiente símbolo pero en este caso en 3D: El símbolo mandaloriano representado con la calavera de un Mithosaurio.
Y, claro, como ocurrió en el caso de C3Po y de Mortadelo, no podía hacer al Mandaloriano sin su Grogu. Me he animado también a hacerlo directamente modelado de pasta de porcelana, ya que la morfología de este personaje no me permitía usar un maniquí aunque fuese más pequeño como hice con Antman. Al menos, mi Mando ya tiene a su Grogu.
ESTE ES EL CAMINO
He hablado…