Varias veces en esta web he mancionado la misma idea con diversos personajes: La infancia es una época maravillosa llena de recuerdos y emociones. Y muchos de esos tiernos recuerdos tienen que ver con los personajes con los que nos hemos criado y que son inolvidables. Uno de ellos es Bugs Bunny.

Bugs Bunny es un personaje  de dibujos animados creado por Tex Avery y apareció por primera vez en 1938 (¡sí, igual que Superman!). Es un conejo pícaro y un poco alocado de las series de los Looney Tunes y Merrie Melodies para la compañía Warner Bros. Su diseño original fue basado en un conejo llamado Happy Rabbit y desarrollado por diversos caricaturistas.

Sin duda una de las características principales de Bugs Bunny es su impertinencia y despreocupación así como su carácter chulesco y un toque  arrogante. Se maneja muy bien con el engaño y sabe conjugar la picaresca con el ingenio de manera magistral.

Debido a la popularidad de Bugs durante la época de oro de la animación estadounidense, se convirtió no solo en un icono cultural en dicho país, sino también en uno de los personajes más reconocibles a nivel mundial. Bugs protagonizó más de 200 cortos animados producidos entre 1940 y 1964,​ y desde entonces, también ha aparecido en diversas películas, series de televisión, grabaciones musicales, cómics, videojuegos, entregas de premios, juegos mecánicos en parques de diversiones y comerciales.

En 2002 fue nombrado por TV Guide como el dibujo animado más grande de todos los tiempos, compartiendo este honor con Mickey Mouse. Bugs Bunny ha aparecido en más películas que cualquier otro personaje de dibujos animados​, es la novena personalidad cinematográfica más retratada en el mundo,​ tiene su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, y su popularidad lo convirtió en el emblema o mascota oficial de Warner Bros.

Y no podía ser menos esta fama. Personalmente es uno de mis personajes favoritos de siempre. Por supuesto, hace tiempo que tenía pendiente hacerlo en versión maniquí y en vista del resultado que me dio hacer la Pantera Rosa, me animé a plasmar este conejito tan particular. No podía faltarle sus orejas, bigotes hociquillo, diente y sus grandes pies y manos. Sus colores blanco y gris también son muy característicos así como la base, los famosos aros de la serie Looney Tunes de donde salían los personajes de la Warner antes y después de cada episodio. Por supuesto tampoco podía faltar la clásica zanahoria que come en casi todas sus apariciones.

Y qué decir de su meñique arqueado mientras sostiene la zanahoria y pronuncia su famosa frase:

«¿Qué hay de nuevo, viejo?»