En 2006 nos llegó a los cines la tan esperada segunda parte de una de las sagas de aventuras más taquilleras de la historia: Los Piratas del Caribe.

Una aventura en la que de nuevo nos encontramos a su peculiar protagonista: El Capitán Jack Sparrow. Jack deberá luchar de nuevo contra maldiciones y monstruos dignos de una saga como esta.

Aquí conoceremos unos de los enemigos de Sparrow que, personalmente más me gustan, el Capitán Davy Jones, a bordo de su barco El Holandés Errante cargado de una tripulación maldita mitad hombres mitad criaturas marinas.

Davy Jones deberá luchar contra Jack Sparrow para ser el poseedor del corazón de Jones introducido en un cofre que le da el nombre a esta película. Sólo aquel que lo posea se convertirá en el Capitán del Holandés Herrante y deberá cargar con la maldición que este conlleva.

Aquí tenemos a Jack Sparrow llevando su habitual indumentaria y, a diferencia de otro Sparrow que ya hice en una ocasión anterior (la maldición de la Perla Negra) que podrás ver aquí, a este le he añadido su casaca de Capitán y, por supuesto, su inseparable sombrero de pirata.

Una peculiaridad de esta figura es que, excepto el pañuelo de la cabeza, está integramente hecha con porcelana fría o pasta de porcelana dejándole libres las articulaciones para poder moverlo y posturearlo libremente. El resultado es bastante llamativo y original.

«¿Temes a la muerte?»